Muchísimas gracias, Ly

viernes, 5 de junio de 2009

El Jefe Da Explicaciones

Explicación a las actuaciones técnicas en el PN de las Tablas de Daimiel



Durante este último mes, han aparecido en diversos medios de comunicación críticas que cuestionan las actuaciones de gestión que se están llevando a cabo en el Parque Nacional.

El conjunto de las críticas, pivotan sobre el concepto de la "no intervención" como principio básico en la conservación de Las Tablas. Sin embargo, en todos los humedales mediterráneos siempre ha existido una actuación permanente del hombre.

En nuestro caso, los molinos del Guadiana represaban sus aguas favoreciendo el encharcamiento, los pescadores al capturar cangrejos controlaban sus polaciones favoreciendo las praderas de ovas, los caleros extraían la abundante masiega como combustible para sus caleras...

Sin embargo, actualmente, las acciones humanas en todos los humedales lejos de aumentar su riqueza suponen un claro impacto negativo que se pueden resumir en dos palabras: desecación y contaminación. Por ello, en todos se efectúan actuaciones directas que minimizan el impacto de las agresiones que sufren. En unas Tablas de Daimiel con un funcionamiento hidrológico natural roto y con profundas alteraciones ecológicas asociadas, las medidas de actuación directa se hacen imprescindibles.




Tomando como ejemplo uno de los humedales más emblemáticos del mundo, el PN de los Everglades en EEUU tiene un plan de gestión, con actuaciones tan directas como la construcción de diques para mantener su inundación, o quemas controladas para gestionar su vegetación entre otras muchas.

Respecto a la poda del bosque de tarayes de la Isla del Pan, lo primero que se debe considerar son sus factores ambientales. Estos árboles crecieron con sus raíces permanentemente empapadas por las aguas del Guadiana, fueron guiados por la familia García-Consuegra, pescadores que vivieron en esta isla entre 1951 y 1974, mediante podas para obtener la leña que necesitaban para cocinar y calentarse. Por todo ello, estos árboles lograron el aporte sobresaliente que tanto apreciamos.

Sin embargo, ahora sus raíces no están empapadas desde 2004, por lo que se encuentran atravesando un profundo stress hídrico, con un grave debilitamiento que se manifiesta en un incremento de pudriciones de ramas y troncos. Por tanto, estos árboles que crecieron en un paraíso, se encuentran en un hátbitat ya marginal para la especie, como lo manifiesta su nula regeneración natural por semilla.

Para colmo de males, el pedrisco de mayo del 2007 le incidió directamente menoscabando aún más su salud.

La actuación se ha limitado a la retirada de ramas secas y algunos brotes chupones de cepa, para mejorar su delicado estado vegetativo, con la esperanza que las aguas vuelvan a empapar sus raíces. En ningún caso se ha actuado sobre los troncos de los árboles, oquedades y ramas sescentes están ampliante representadas.

Además, este bosque se encuentra dentro del área de uso público del Parque, por lo que se deben manejar criterios de seguridad para evitar posibles accidentes de los visitantes.